miércoles, 11 de marzo de 2009

La tribu dentro de la tribu, V

ACUSES
 
Yolanda Olvera: "El grupo (de escritores de cuentos) continúa." Gracias.
 
Miguel Ángel Montiel, autor de "Como dice el dicho", envía saludos. Miguel: hace unos días envié mis datos con Zaraí, pero no se han visto; como ve en este correo, escribo diario.
 
LA TRIBU DENTRO DE LA TRIBU
 
Cuando un grupo decidió separarse de la tribu xochimilca original, fueron los OTROS, los diferentes, los que renunciaban a sus costumbres... Para el grupo que decidió separase, los que se quedaron fueron los OTROS, los diferentes, aquéllos que en caso de conflicto por bienes o por desear subordinarlos (esclavizarlos), merecían una declaratoria de guerra, es decir, la muerte.
 
Esta circunstancia histórica es mundial: israelíes y palestinos; musulmanes e hindúes; blancos y negros... ha sido una constante a lo largo y ancho del mundo... ¿Y qué decir del facismo alemán y del facismo de Baby Bush?
 
De ese segundo grupo xochimilca, se desprendió un tercero, del tercero un cuarto y así transcurrió el tiempo hasta que fueron víctimas de la Conquista de los aztecas, quienes les exigieron tributo; las consecuencias fueron desastrosas: los pueblos xochimilcas eran rivales entre sí, pero se unían para enfrentar al enemigo común; con la Conquista Española fue diferente: se unieron para no doblegarse (Recuérdese el correo "Cortés en Santiago Tepalcaplalpan"); durante la Revolución se vio que la Cultura Xochimilca abarcaba parte del, hoy, Estado de México y el Estado de Morelos.
 
En pleno 2009 vemos con toda claridad la rivalidad que aún prevalece entre pueblos y barrios locales, expresadas por medio de la voz popular: "San Gregorio hace la fiesta más concurrida", "¿Quién tocó en la fiesta del pueblo "X"? Nosotros traerémos una música mejor." También se nota en los apodos despectivos que se ponen unos a otros: Chicuarotes, Pascleros, etc...
 
Para los que no nacimos aquí hay un adjetivo especial: nosotros somos los conquistadores o su reflejo, quienes venimos a quitarles su tierra, sus riquezas, por lo tanto, no nos quieren aquí; están a gusto con sus  costumbres y no desean cambiar; lo paradójico es que algunos jóvenes empiezan a imitar la forma de vestir y de hablar de los chilangos, no desean continuar siendo caracterizados como xochimilcas: van a la Universidad y se alejan de las labores lacustres, su corte de pelo es a la moda, algunos que tienen dinero se transportan en automóviles del año, ya no en canoas o trajineras... (Continuará)
 
Buena tarde 

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