sábado, 21 de marzo de 2009

Doblaje: De qué no se enteran los catalanes.

Tengo varios amigos catalanes residentes en México. Recien llegados y de primera o segunda generación mexican@s. Los estimo mucho y respeto su cultura. He estado una sola ocasión en Barcelona, por una corta temporada, pero igualmente admiro la fuerza de cultural de ésta ciudad.

En estos días, en Catalunya hay una fuerte polémica sobre el doblaje al catalán de películas y programas de televisión provenientes del extranjero, en particular de Estados Unidos. Los diarios publican fotografias de manifestaciones donde la gente porta camisetas (o t-shirts si se prefiere) que dicen "Volen cinema en Catala", "We want cinema in catalan", "Harry Poter doblat a català . . ." .

La experiencia mexicana parecería indicarnos que Los Simpson son más divertidos con Bart hablando en chilango o que el oso Baloo de Tin Tan es insuperable. La realidad es que por doblar Bob Esponja, no deja de ser un productyo importado, en sus origenes ajeno a nuestra cultura tanto como a la Catalana. No me mal interpreten, no le temo a la cultura extranjera. Escribo en esté blog (bitácora digital si se prefiere), mientras escucho una opera rusa, sin la más mínima intención de buscarla doblada al español. Habra quién opine que los Rugrats no son Mussorgski y que por lo tanto deben ser validados por el gremio del doblaje. No estoy de acuerdo.

Del otro lado, a los estudios productores en Hollywood poco les importa si su material es doblado mientras se les pague en dólares. No obstante cada producción piensa conciensudamente los actores que deberan interpretarlas. Su acento, su forma de hablar, en pocas palabras su imagen y su voz. Los personajes de películas animadas de estudios como Pixar o Dreamworks construyen sus personajes como trajes a la medida del actor que interpretará la voz, no al que la doblará. Solo por poner un ejemplo, gran parte del arte de Bee Movie está en escuchar a Seinfeld interpretando el estelar.

A pesar de que el doblaje petende derribar la barrera del idioma, en ocasiones es mejor percatarse de ella ("mind the gap"). En lo personal he experimentado la decepción de descubrir que personajes que consideraba parte importante de mi infancia no eran completamente (u originalmente) mios, al menos en términos culturales. Es dificil (y en ocasiones doloroso) aceptar todo aquello que hemos adoptado de otras culturas.

El doblaje no hace más que crear la ilusión de cercanía con esos materiales, productos o personajes, sea Harry Potter o Clint Eastwood. Lo que se pierde al doblar son las sutilezas de la vida americana, el contexto, que hacen tan singulares a los Estados Unidos. En este sentido, el doblaje más que acercar a las culturas crea una ilusión de cercanía que una vez develada no hace más que crear decepción. Hasta la persona mas nacionalista (pienso en mi mujer) se enamora de Disney cuando lo oye en su idioma, aunque sea una acerrima admiradora de Fidel Castro.

¿Quién quiere oir a los Beatles en español cuando hay un Charly García? cada uno tiene su sitio en la cultura; Porky no será catalán porque hablé en esa lengua; y Harry Potter no desayuna pan tomaca por más que queramos creerlo.

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