MILPA ALTA

10 horas. Llego al edificio Delegacional, para ser jurado del concurso de Declamación, habrá dos categorías: alumnos de primaria y de secundaria. Antes llegaron Rodolfo Cordero y Enrique Urrutia, los saludo. Los organizadores escogieron un jurado que no tenga compromiso con concursante alguno, hay dinero de por medio. Los niños y niñas se inscriben, salimos a caminar por el jardín, a lo menso. 11 horas. Inicia el concurso en un patio cubierto, mientras hacen las presentaciones, leo los premios en la convocatoria: hay 18 mil pesos en disputa, 5 para los primeros lugares, 3 para los segundos y uno para los terceros; veo a los padres y a los concursantes, ilusionados y nerviosos, 5 mil pesos es mucho dinero, suficiente para sacar a una familia de un apuro económico o para comprar los útiles escolares; algunos concursantes están acompañados de sus padres y hermanos; algunos familiares llevan pancartas para dar ánimo. 11:15 Empieza la primera declamadora: vestido amplio, color violeta, con aplomo declama las famosas redondillas de Sor Juana, "Hombres necios que acusais a la mujer sin razón..." Le pedimos que la repita porque declamó dando la espalda al jurado, el frente al público. En la segunda ocasión pierde el aplomo, se pone nerviosa, se le olvida, por fin termina, calificamos: dominio del público, memorización, voz, dicción, tiempo, presencia y memorización... Una hora y media tardan en pasar los 20 concursantes, niños y niñas entre los 6 y 12 años, vemos de todo: quien no recuerda el inicio, quien dice poemas que no entiende: Juárez, Suave Patria, Los amorosos, Credo, etc  12:45 Los niños de secundaria, entre 13 y 15 años, empiezan a declamar, casi los mismos poemas, además del infaltable "Por qué me quité del vicio" y otras tomadas de los libros de texto como el Nocturno de Manuel Acuña o de Rubén Darío, Juventud, divino tesoro.  13:45 Premiación: en primaria, un niño de 7 años, uno de 9 y otro de 10, ocupan los 3 primeros lugares; en secundaria, niñas de 14 añotes que, más que declamar, actuaron su poesía. A continuación, se anuncia que los premios se entregaran hasta el 22 de agosto. Silencio. 14 horas. Algunos padres y concursantes se acercan para despedirse, dar las gracias o preguntar algo, sobre todo los que han perdido, desean la revancha para el año próximo. 14:30 Nos invitan a comer a un puesto de la feria, también un pulquito. 15:30 Nos despedimos, durante la comida nos platicaron que el dinero de la premiación lo dan las iglesias de los barrios, no la Delegación, ni la parroquia, la organización se realiza con mucha anticipación, nos invitan a regresar el jueves, al concurso de Oratoria, el cual ha alcanzado un rango nacional: vienen los ganadores de los Estados de la República, aquí tienen su propia escuela de Oratoria, donde estudia el niño de 7 años que ganó los cinco mil.           19 horas. Estoy en la oficina del Coordinador de Asesores para preguntar por el espacio y el día que nos dará para leer, me informan que está en otra actividad. Regresaré mañana.   BUENATARDE

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