Frecuencias infantiles

El día de ayer le regalaron boletos a mi esposa para ver Fantasia 2000, en la Megapantalla del Museo del Niño. La función era a las 19:30, a mi parecer un poco tarde para niños preescoalres. No obstante ahi estabamo y ahi estaban muchas otros mamás y papás con hijos menores de 4 años. También había niños más grandes.

Fantasia 2000, es una colección de cortos animados, inspirados en música para concierto. Entre las piezas animadas se encuentran Los Pinos de Roma de Respigi, Rapsodia en Azul de Gershwin, El Pajaro de Fuego de Stravinski, y varias más. La película también recupera el clásico corto de Micky Mouse como el aprendiz de brujo.

Después de ver a todos esos niños (incluida mi hija) en la función de ayer, me convenzo más que los niños utilizan una frecuencia distinta a la de los adultos para comunicarse. Me parece que en multitudes donde hay un buen número de niños y de adultos, los niños tienden a comunicarse y a formar un grupo distinto al de los adultos, sin que éstos últimos lo pretendan o en ocasiones siquiera lo perciban. Es decir, me parece forman vínculos que solo existen entre ellos, de niño(a) a niño(a) y que no existen con adultos. No importa que no se conozcan o hayan visto antes, los niños se reconocen y comunican. Son concientes de la presencia de otros niños.

Todo esto no quiere decir, que los niños y los adultos no puedan comunicarse, pero suele ser de manera diferente. Por más que no les guste a muchas mamás (y a algunos cuentacuentos), los adultos somos intrusosos en el mundo de los niños. Entre ellos se comunican de manera distinta a como lo hacen con los adultos (por más caras ñoñas y voces chillonas que hagamos). Los vínculos entre adultos, sobra decirlo, son muy distintos.