lunes, 17 de noviembre de 2008

El boom ecuatoriano y el celestinaje



Con motivo de la Fería del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) la industria editorial, promotores de lectura, escritores y lectores entramos en sintonía con los libros para jóvenes y niños. El jueves pasado tuvimos la fortuna de conocer, en la sede de A Leer, a la escritoria ecuatoriana María Fernanda Heredía. Aprovechando la visita que la autora hace al CNA (en Rio Churbusco y Calzada de Talpán) el equipo de Nostrtos entre Libros (Nel pastel), pudimos escuchar las experiencias de Ma. Fernanda. Como muchos de los autores para niños, la autora de "Cupido es un murcielago", dice no escribir expresamente para niños, sino hacerlo desde su adultez para expresar problemas que afronta como adulta, sin embargo a los editores les gusta clasificar su trabajo como ¨literatura infantil". Sobre Ecuador nos contó que se pasa por un periodo muy fructifero para la literatura infantil. Nos contó como se habla del "boom de la litearura infantil", algo que no hay que tomar a la ligera en una región donde los boom literarios son algo muy serio (sobra decir porque).

En el mismo espíritu, la revista Libros de México, publicada por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM), dedica su número 91 (nov 08-ene 09) a los libros para niños y jóvenes. Con una serie de artículos de Daniel Goldin, Mónica Brozón, Bef, Juana Inés Dehesa, Libros de México aborda los retos de editar, escribir y promover literatura infantil. En su artículo "Elogio de la tercería", Juana Inés Dehesa compara el oficio de promover la lectura con aquel de la Celestina; como el famoso personaje de Ferrnando de Rojas, que hace y deshace amores, el promotor de la lectura hace y deshace encuentros entre libros y lecturas. Juana Inés se pregunta:

". . . ¿Quién no ha hecho un hallazgo bibliográfico emocionantísimo gracias a la oportuna intervención de un celestino o una celestina? ¿cuántos no tenemos un celestino de cabecera, en cuyo juicio confiamos ciegamente porque no nos ha defraudado, porque nos conoce y nos comprende? y ¿quién no se ha encontrado con una falso celestino que solo le presenta galanes gangosos, mujeres bigotonas o libros insulsos, que lo mismo da? . . . "

No hay comentarios: