A petición de Marimar, va una Llorona xochimilca. Anoche en IBBY platicamos con Aline Petterson, escritora de libros para niños; quedaron de ir una madre lectora, Kenia, y su hija, Brenda, para que les autografiara un ejemplar, pero terminó la platica y no llegaban, casi alcanzaron a Aline a la salida: la niña estuvo feliz, contestando las preguntas de Aline. La Serie Mundial se empató. Hoy platiqué con Mónica Rodríguez, acerca de la próxima aparición del libro "Los poetas de Xochimilco", del cual su obra es parte. Acuses: Charly y La tilapia envian la programación de la Chacahalactlahtoa 9, que se llevará a cabo el sábado 25, a las 20:30 horas, en la fuente del Deportivo Xochimilco, habrá música, leyendas, ofrendas, poesía, teatro... Variadito, como siempre. ¡No falten! Silvia invita a la presentación del libro de cuentos "Maricela y las flores muertas", de Antonio C. Martínez, el próximo viernes 31, en el Salón Anexo al "Carlos Pellicer". Silvia: recuérdanos el jueves. Enrique Urrutia invita a la inauguración del mural "Historia del pueblo de Santiago," del pintor Rikardo Munguía; hoy, a las 18 horas. Charly: "Colectivo Intermitente está juntando ropa para niños y todo lo que puedan mandar. Información con Tzutzu al 56-41-14-17. Bertha: Envio los nombres de los lectores voluntarios, por grupo, el lunes; los demás datos, los recopilaré. Gracias. --¡Apúrate chico!-- Ordenaba el abuelo mientras preparaba los manojos de sempasúchiles que iría a vender al mercado de Xochimilco el Día de muertos. La abuela, por su parte, iba al mercado a comprar lo necesario para la Ofrenda. Fue un día muy cansado porque yo tenía que en el puesto de flores, recibiendo órdenes del abuelo: ve a cambiar este billete, tráe agua, vete por unos tacos y así; a veces el abuelo me jalaba el pelo o las orejas porque me tardaba con el mandado... Oscurecía, regresamos del tianguis: mi abuela llevaba las cosas para la ofrenda; el abuelo guardó el dinero en su paliacate y lo hizo nudo, luego me dio una moneda, en pago por mi trabajo. En ese momento vi el puesto de chilacayotes, compré uno para hacer mi calavera... En la noche salí a la calle, ahí estaban ya mis amigos, empezamos a hacer juntos la calavera... El tiempo pasó, no nos dimos cuenta de que la noche se hacía más oscura, han de haber sido las doce de la noche cuando vimos a una mujer que venía del panteón, vestida de blanco, con los cabellos largos y negros, cuando se acercó, notamos que no caminaba sino parecía volar, pasó junto a nosotros y gritó: --¡Aaayyy miiiis hiiiijoooos! Sentí que la sangre se me helaba, los demás niños se quedaron mudos y espantados como yo... Reaccioné porque yo no creo en espantos, corrí mucho para alcanzarla, cuando la alcancé le toqué el hombro, ella volvió el rostro, la vi de cerca: ¡era una calavera!... Regresé corre y corre a mi casa y me metí abajo de las cobijas... Esa noche no pude dormir; desde entonces si creo en los espantos... Buena tarde |
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