Más alla del Bravo, mucho más allá, en el noreste del vecino país del norte, Dr. Seuss es un referente de la literatura infantil hace largo tiempo. Sus libros fueron fieles compañeros del baby boom (periodo entre 1946 y 1964 en el que se dio un extraordinario número de nacimientos, equivalente a lo que en la jerga burocrática mexicana se denomina 'bono demográfico'), lo que quiere decir que la mayoría de los adultos norteamericanos actuales fueron arrullados con las historias de Dr. Seuss.
Dr. Seuss es el seudónimo de Theodor Seuss Geisel (1904-1991). Nacido en Springfield (como el pueblito de los Simpson) Massachusetts, escribió libros tan populares como Hop on Pop, Como el Grinch robo la Navidad (How The Grinch Stole Christmas), The Lorax. Usando cuentos e imágenes surrealistas, las obras de Geisel apelan a la imaginación de los lectores a la vez que tratan temas transversales (por decirlo de manera pedagógica) como el deterioro del medio ambiente, el consumismo, o la construcción de la propia identidad. La reciente película de Horton está plagada de conceptos provenientes de la teoría del caos y las matemáticas complejas. Contiene temas de cambio climático, acústica y mecánica. Llega a plantearse temas psicológicos y psiquiátricos. Habría que leer el libro para ver si esa es la intención original de Dr. Seuss, en la película se logra bastante bien.
En sus libros Dr. Seuss hace un uso constantes de rimas, lo que hace a sus obras casi intraducibles. En cada uno de sus libros Dr. Seuss utiliza un vocabulario de exactamente 220 distintas palabras. Escribía por encargo para el sistema educativo americano, el cual seguía un paradigma de alfabetización basado en el reconocimiento de ciertas "palabras clave". Usualmente Dr. Seuss recibía el encargo de escribir un libro junto con una lista de palabras que debía utilizar. Solía escoger 200 palabras de la lista e incluía 20 más que consideraba necesarias para su relato. Tal vez eso explica porque los "Quien" son simplemente "Quien". (Ver: The New Yorker, 2002)
Dos reflexiones:
1) Por un lado, la metodología de Dr. Seuss es digna de un taller de creación literaria, aunque obviamente él supero con creces la condición de tallerista. Me parece muy interesante ejercicio de creación tener que escribir un relato con un vocabulario limitado. Si añadimos que se trata del vocabulario básico que supuestamente debería manejar un niño, es todo un desafió escribir una historia que no resulte predecible y sosa, sino todo lo contrario, divertida y aleccionadora.
2) La segunda pregunta: Haciendo la traducción al español qué tanto de la metodología alfabetizadora pervive. Es decir, habría que preguntarse si las palabras utilizadas por Dr. Seuss conservan su valor pedagógico al ser traducidas al español. Para empezar muchas rimas se pierden, pero además, ¿acaso son las palabras relevantes para aprender a leer y escribir en español?
P.D. Si quiere que su niñ@ aprenda inglés, no lo dude, cómprele libros de Dr. Seuss en su lengua original.

En la foto, Dr.Seuss National Memorial en Springfield Massachusetts.
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