| AGRADEZCO LAS TARJETAS NAVIDEÑO-ELECTRÓNICAS, UNA MUY BELLAS, DE: MIRIAMPOETA, HUTIZITZILIN, ANA HERNÁNDEZ, NORA SANTOYO, BIBLIOTECA IBBY Y SILVIA SORIANO. ARTUROTEXCAHUA: "Espero que pronto te recuperes." Gracias, mi ignorancia me impidió ver a un buen especialista: hoy mi tobillo regresó a su lugar, la recuperación tardará tres días, sin embargo, me voy a seguir "enfermo", para escribir en lugar de ir a las pachangas. BIBLIOTECACUEXCÓMATL recomienda las lecturas: "Cuento de navidad" de Charles Dickens. "Un ángel en navidad", de Enrique Aranz. "Cuento de navidad" de Ray Bradbury. "El soldadito de plomo" de Hans Christian Andersen. "La pequeña vendedora de fósforos" de Hans Christian Andersen. Me parece que el primero y el último son extraordinarios; hace una semana una lectora leyó a su hijo el último y terminó llorando, su hijo me preguntó: --¿Usted se lo prestó?-- Reclamándome. También se puede asistir a las funciones del "Cascanueces", hay uno bara que se anuncia en los periódicos. Ayer en Canal 40, de 17 a 18 horas, transmitieron un programa bien documentado acerca de las tradiciones navideñas mexicanas, entre otras cosas aparecieron Ana Berta Lepe y Kity de Hoyos semiencueradas, vestidas como Santaclós, en un noticiero documental de los que pasaban en el cine, en la década de los 50 del siglo pasado. (¡uuhhh!). LA NAVIDAD EN LAS MONTAÑAS Ayer en la mañana tuve que escuchar "Noticias del siglo XIX", con Juan Manuel Villalpando, en 107.9, habló sobre Ignacio Manuel Altamirano y su pequeña novela, en mis tiempos era una lectura de Prepa, Juan Manuel comentó que la primera versión, hecha al calor de la experiencia vivida, Altamirano la extravió, la reescribió cuando fue diplomático en París, lejos de su Patria rememoró la eterna lucha entre Conservadores y Liberales mexicanos, teniendo como fondo la particular fe del párroco de un pueblito de las montañas guerrerenses. A continuación habló del juicio a Miguel Hidalgo y José María Morelos, tema de mañana. NOCHEBUENA GRACIASAEUGENIAAUREOLA, quien me llamó por teléfono para saber cómo seguía, ayer no me encontró: siendo domingo aguanté encerrado hasta las 16 horas; antier me llamó mi hijo mayor para decirme: --Estamos en Acapulco, regresamos el lunes.-- No hubo entonces desayuno dominical y la pinche costumbre del desayuno lo hice de a soledad frente el Reclu. | 
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