ACUSE MARU TURRENT DE IBBY, envía una felicitación por las actividades desarrolladas el 2 de abril en varias escuelas de Xochimilco (y del D. F) ubicadas en San Francisco, Tepepan y Bosque Residencial del Sur: "Nos llegaron cartas de editoriales y autores, hagan extensa esta felicitación para sus Lectores Voluntarios." Maru: Pues envíanos copias de las felicitaciones, para que las vean los Lectores Voluntarios; el próximo lunes recopilaré las fotos y un video, tomadas por profesoras, madres y alumnos, luego te las enviaré. No dejes de informarnos cómo va lo de Oaxaca, mi patria chirris. Un abrazo. PRÓLOGO DE BORGES AL MANUAL DE ZOOLOGÍA FANTÁSTICA (FIN) "Pasemos, ahora, del jardín zoológico de la realidad al jardín zoológico de las mitologías, al jardín cuya fauna no es de leones sino de esfinges y de grifos y de centauros. La población de este segundo jardín debería exceder a la del primero, ya que un monstruo no es otra cosa que una combinación de elementos de seres reales y que las posibilidades del arte combinatorio lindan con lo infinito. En el centauro se conjugan el caballo y el hombre, en el minotauro el toro y el hombre (Dante lo imaginó con rostro humano y cuerpo de toro) y así podríamos producir, nos parece, un número indefinido de monstruos, combinaciones de pez, de pájaro y de reptil, sin otros límites que el hastío o el asco. Ello, sin embargo, no ocurre; nuestros monstruos nacerían muertos, gracias a Dios. Flaubert ha congregado, en las últimas páginas de la "Tentación", todos los monstruos medievales y clásicos y ha procurado, sus comentadores nos dicen, fabricar alguno; la cifra total no es considerable y son muy pocos los que pueden obrar sobre la imaginación de la gente. Quien recorra nuestro manual comprobará que la zoología de los sueños es más pobre que la zoología de Dios. Ignoramos el sentido del dragón, como ignoramos el sentido del universo, pero hay algo en su imagen que concuerda con la imaginación de los hombres, y así el dragón surge en distintas latitudes y edades. Es, por decirlo así, un monstruo necesario, no un monstruo efímero y casual como la Quimera. Por lo demás, no pretendemos que este libro, acaso el primero en su género, abarque el número total de los animales fantásticos. Hemos investigado las literaturas clásicas y orientales, pero nos consta que el tema que abordamos es infinito." J. L. B. COMENTARIO. Este libro, publicado por el FCE, es una invitación a imaginar, a recuperar la niñez, terreno del artista, a replantearnos grandes preguntas que nos llevarían a redactar extensos ensayos, como la afirmación: "Ignoramos el sentido del universo" que significa que ignoramos el sentido de nuestra vida, o bien que la misma es tan poco significativa que no vale la pena ahondar en sus significado. Buendía |
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