El futuro del libro . . . otra vez . . .

La buena noticia es que escribo este texto en un blog., lo cual parecería decir que no esta condenado a la extinción. Eso (a mi entender) no quiere decir que no sea efimero, solamente que es una forma de expresión escrita (el blogueo) que goza de buena salud y promisorio futuro.

El último número, la revista Libros de México, editada por la CANIEM, es dedicado a "El futuro del oficio de editor". Con una serie de artículos de Nicholas G. Carr, Sara Lloyd, Alejandro Katz, Christian Moire, la revista trata sobre la ineludible realidad de la Red (Internet) y hace un entusiata (y resignado) llamado a redefinir el futuro del oficio de editor.  Los artículos no son más que una autoflagelación de la edición impresa. Los artículos prácticamente desahucian a los libros y revistas como las conocemos. La expiación de culpas llega a tal grado que me pregunto si no es un error leer esa revista, si no debería correr a mi computadora y mejor leer o ecribir en un blog (como ahora lo hago), volteo a ver mi librero lleno de volúmenes impresos, pienso en las esplendidas bibliotecas que conozco y me pregunto qué hacer ahora que los editores se tiran por la borda. 

El gran problema (y gran horror) para los editores es que las ventas no han bajado pero no han crecido como se esperaba. Es decir, los jóvenes leen cada vez más a través de medios digitales y aunque las editoriales venden más libros, ya no tienen el monopolio de la lectura. Eso, según los articulistas seleccionados por la CANIEM es el final emiente del oficio de librero y editor, y del mundo conocido . . . bullocks!

A mi parecer conviene hacer una reflexión sobre el mundo de la música y que nos permita entender mejor la situación del libro. Al nacer los formatos de música digital (CDs y luego el MP3) y la distribución en linea, las compañias disqueras pensaron que era el fin. Efectivamente todavía hoy día es dificil adivinar donde ira a parar la evolución de la industria de la música. Sin embargo, el disco de vinyl, auqella tecnología que todo mundo desdeño, goza de su mejor momento. El vinyl es ahora un instrumento de arte. No me refiero a un objeto o pieza de coleccion, me refiero a un instrumentos de hacer música. Actualmente si usted busca un tornamesa es más facil conseguirlo en tiendas de música junto a trombones, guitarras, organos, pianos, y demás. La razón es el movimiento DJ impulsado por los más jóvenes que utiliza a los tornamesas y vinyles como instrumentos músicales. Siguiendo esta alegoría, lo que le falta al negocio editorial es creatividad y arte, no autoflagelarse por su arrogancia . . .   a Libros de México le falta un website . . .