Antes de saltar sobre las Crónica de Narnia o Harry Potter. Antés de querer ahorcar al director de su escuela por descuidar las Bibliotecas de Aula. Antes de que corten al voluntario que lee pesimamente de su grupo de promotores. Conviene dedicar dos minutos a pensar en los adultos. Así es, esos seres (como tu o como yo) que casi siempre son padres de los niños que queremos acercar a los libros.
Resulta que del 10 al 13 de septiembre se celebra en la Ciudad de México la Conferencia regional sobre la alfabetización en América Latina y el Caribe. Organizada conjuntamente por la UNESCO, la SEP y el INEA.
La Conferencia forma parte de una serie de seis encuentros regionales en apoyo a la alfabetización en el mundo, cuyo objetivo es abordar los desafíos que presenta el analfabetismo en cada región. En palabras de los organizadores, el apoyo se dará "creando asociaciones, y promoviendo fórmulas innovadoras y desarrollando recomendaciones sobre el camino a seguir, así como la movilización de asociados y recursos para intervenciones concretas de seguimiento a nivel nacional. El objetivo es desencadenar un liderazgo sostenido a nivel mundial y nacional para la promoción de la alfabetización, renovando así el apoyo y el fomento de la inversión en la alfabetización para todos e integrando programas de alfabetización en una estrategia de educación en todo el sector."
Lamentablmente el panorama no es muy alentador. En Latinoamérica la tasa de alfabetización ha aumentado en apenas cinco puntos porcentuales desde 1990. La región de América Latina y el Caribe se caracteriza por las disparidades entre países: aunque el 90% del total de la población adulta sabe leer y escribir con comprensión, las tasas de alfabetización están todavía por debajo del 80% en países como Belice, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica y Nicaragua. Brasil representa, por sí sola, cerca del 40% de los adultos a los que se les ha negado el derecho a leer y escribir. Estas tasas se traducen en casi 35 millones de adultos analfabetos en América Latina. Por si esto fuera poco, 110 millones de jóvenes no terminan la escuela primaria y, por consiguiente, no adquieren las aptitudes suficientes en lectura y escritura para participar plenamente en la sociedad. Otra de las preocupaciones de la región es la existencia de analfabetismo funcional, es decir,que las altas tasas de alfabetización no significan necesariamente que las poblaciones de adultos en América Latina y el Caribe alcancen un nivel de alfabetización suficiente para satisfacer las exigencias de la vida cotidiana, el trabajo o el aprendizaje permanente. (CREFAL)
El día de hoy, durante la inauguración de la Conferencia, Álvaro Marchesi, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos, afirmó que el analfabetismo en la región es una “expresión de la injusticia histórica y de la incapacidad de los gobiernos de ofrecer una educación pública que llegue a las regiones más apartadas”. Entre otras cosas dijo que “no basta fomentar la lectura y escritura en nuestras sociedades, también falta abatir el analfabetismo digital y cívico”. Por su parte la Secretaría de Educación, Josefina Vazques Mota advirtió: "La apuesta por la alfabetización es una de las herramientas más importantes contra la pobreza y de las más urgentes para garantizar la seguridad y la paz social de nuestras naciones. . . " (La Jornada, 11/09/08)
Si quieren más información viajen a Patzcuaro, donde se encuentra el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL) o visiten http://www.crefal.edu.mx
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