domingo, 14 de septiembre de 2008

Carlo Coccioli



Estudié un par de años italiano. Entre otras cosas me ha servido para entender muy bien el argentino. Me parece que si buscamos una tierra donde el castellano y el italino tengan una mayor fusión o un más alegre encuentro, es en Argenina. Entre 1830 y 1925, Argentina recibió una gran cantidad de inmigrantes de Italia, principalmente de Liguria. Más de dos millones de inmigrantes. Después de 1914 fue cada ves más dificil para los italianos emigrar a Argentina por el acenso del fascismo.

En México la migración de italianos ha sido mucho menor. Con la excepción de la comunidad de Chipilo (así es, de donde es la crema), donde todavía se habla un dialecto Veneto, la presencia del italiano en México no es mucha. Sin embargo, basta sensibilizarse un poco sobre el tema para llevarse agradables sorpresas.

La semana pasada salí caminando de mis lectura en la Escuela José Marti (Mier y Pesado, esq. Morena, Col. del Valle) cuando a la vuelta de la cuadra (en la calle Obrero Mundial), me encontré con una casa que dice ser el Museo Casa de la Cultura Carlo Coccioli. Ignorante de quien era el Sr. Coccioli, me di a la tarea de hacer algunas consultas al Oráculo de Google. Encontré un sitió dedicado a quien fue un editorialista de la prensa mexicana y un prolífico escritor italiano, radicado en México. También me encontré con que la Societa Dante Aligheri (fisicamente localizada en la colonia Juarez) invitaba a la ignauración del Museo CCCC.

En realidad sigo siendo muy ignorante de quien fue el Sr. Coccioli o de lo que escribió, pero fue extraordinario encontrar un espacio son sala de lectura y biblioteca a la vuelta de la escuela en la que soy promotor de esa misma actividad: leer. El mismo día en la tarde comí por casualidad en una pizzeria sobre Av. Insurgentes donde había varias fotos de actores y películas italianas y algunos textos en español e italiano. La verdad es que creo que la manera en la cual la cultura italiana y la mexicana se encuentran es muy sutil y digna de apreciarse. Nada de choques culturales o identitarios, convivimos de una forma casi imperceptible. Solo por poner un ejemplo, Pinochio es un clásico universal, del cual rara vez nos detenemos a pensar en su origen. Ni que decir de la Divina Comedia de Dante o de autores contemporaneos como Italo Calvino o Umberto Eco.

Si quieren saber más del Sr. Coccioli recomiendo visiten:

http://carlococcioli.com/
http://museocasacarlococcioli.sitiosprodigy.com.mx/
http://www.dantealighieri.com.mx/

Ciao

Manolo

2 comentarios:

Ana dijo...

suertudo! quien no quisiera tener cerca una sala de lectura!

Duardo Charot dijo...

Bueno..., sobre choques identitarios en cultura italiana-mexicana no sé nada, pero sí sobre lo que pasa cuando una lengua minoritaria de origen italiano, como lo es justo el véneto de Chipilo que se menciona aquí, no es reconocida ni apoyada por el país de origen ni por el de emigración.
http://eduardomontagner.blogspot.com/
http://scriverparvenetoachipilo.blogspot.com/