| A MI AMIGO ALFREDO ACUSES PARALEERENLIBERTAD invita a la conferencia de Carlos Monsiváis "Quién le teme a la educación laica". Jueves 11 de marzo, 19:30 horas. Auditorio "15 de mayo". Allende y Belisario. Centro Histórico. ELISADEIBBY, gracias, hoy Tere recordó que varias lecturas sin autor, eran de antologías. CORAGRACIA: Espero que te haya gustado la experiencia de leer en voz alta. EUGENIAUREOLA envía "Mi filosofía favorita", serie de imágenes de la naturaleza con textos, de los cuales extraigo: "Las personas dudarán de lo que dices... más te creerán por lo que haces." INTIGONZÁLEZ envía el texto Cihuatl, la mujer: "La mujer en el mundo prehispánico tuvo gran presencia. Su importancia la tenía desde el mundo de los dioses hasta el mundo real. Joven mujer: Telpochtli; la mujer madura, Cihuatl; madre, Nantli; abuela: ziztli y lamatl. La Mictlancíhuatl o mujer de la región de los muertos, era quien mora en el inframundo. Tonacacihuatl es la deidad femenina del cuerpo humano, de los seres vivos que moran la tierra. Y en el cielo habitaba Cihuateteo, deidad femenina asociada a las estrellas. Como uno de los grandes númenes del panteón prehispánico, tenemos a la Cihuacóatl, la serpiente femenina. Era la madre de todos los dioses, la Teonatzin o Tonatzin, transformada en Guadalupe durante el periodo del sincretismo religioso. Su centro al parecer estaba en el centro de Xochimilco, en donde actualmente está el templo católico de San Bernardino de Siena. Detrás de este templo se puede observar a una mujer montaña, mujer volcán, llamada Iztaccihuatl, mujer blanca o mujer de hielo. Dormida "al calor de unos grados bajo cero", bajo las heladas nieves, sueña con despertar algún día y nombrarse a sí misma Mictlancihuatl. Aquel volcán es también la Cihuacóatl, volcán apagado, rodeado de ríos y caminos serpenteantes son sus faldas, razón por la cual está asociada al monolito de nombre Coatlicue, la de las faldas de serpientes." (Continuará). VIOLINES EN EL CIELO Es el título de una película japonesa. En Oriente es un rito "arreglar" a los muertos, dejarlos presentables antes de emprender su último viaje. Un joven violonchelista, casado, cuya orquesta se ha disuelto, regresa a su pueblo y trabaja como ayudante en este rito: pronto sufre náuseas ante la carne en descomposición, pero sigue adelante, por el sueldo. La experiencia del joven y su patrón es enfrentar a la muerte cada día: saben, por el clima, cuándo habrá más muertos, saben cómo reaccionan los familiares (tíos, sobrinos, esposos, hijos), saben que la muerte es, ante todo, un hecho solitario e inesperado, ante el cual nunca se sabe cómo actuar, ni qué pensar, sólo despierta la conciencia de que, tarde o temprano, nos tocará a nosotros. La película termina cuando el joven tiene que preparar el cadáver de su padre, quien lo abandonó cuando tenía 5 años, el padre ha muerto solo y pobre, mientras el hijo, junto a su esposa, llora... BUENATARDE |
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